Noches En La Ciudad

(アルバム： Caligulas - 2018)

Noches en la ciudad, fumando marihuana
Muertes en mi barriada, ya no nos salva nada
Almas al más allá, porque llueven las balas
Sólo nos queda guerriar, y a la vida darle la cara

Muerte muerte, lo que asecha el callejón, plomo plomo detono el pistolon, sangre sangre bota mas de un maton, madres lloran porque su hijo murio, ya me da tristeza ver como los niños crecer solos solos y a los 11 años estan drogados cometiendo robos robos . Policia corruptos asesinan por cash, politicos tienen pero siempre quieren mas, fumo hierba sana para poderme olvidar de este maldito sistema que me quiere atrapar. Yo tengo enemigos que me quieren matar, putos envidiosos me quieren ver rodar, yo escribir mi historia y eso no va a cambiar mi mensaje nunca lo van a olvidar

Noches en la ciudad, fumando marihuana
Muertes en mi barriada, ya no nos salva nada
Almas al más allá, porque llueven las balas
Sólo nos queda guerriar, y a la vida darle la cara

Entre la noche silenciosa, donde la luna reposa en la ciudad mas peligrosa siempre hay un alma ociosa que sale a la calle armado para quitarle sus cosas a un probre viejo cansado que va a su casa y su esposa enferma se encuentra por una célula cancerosa y el delincuente sin conocer sus pesares lo aborda, le quita la billetera, la moto el celular tambien y antes de marcharse PANG un disparo en la cien

Y asi este siglo de muerte comienza, su hijo creció con ese odio en la cabeza con esa unica sed de venganza, ahora solamente muerte piensa, bajando por el callejon, donde la mañana se desplaza el bandom, nota de de pastilla y creppy en un blunt portando los R, los browning y la glock, se escucha el sonido de un F-92 y de la 40 repleta de nitro shock, camina con calma el hampa llego, pero al fin del juego le espera lo mismo a tooh, cama de misterio por eso es que en la pista hay que ser serio, yo camino con los ojos rojos sin ningún misterio

Noches en la ciudad, fumando marihuana
Muertes en mi barriada, ya no nos salva nada
Almas al más allá, porque llueven las balas
Sólo nos queda guerriar, y a la vida darle la cara